Los indicadores de productividad están ligados a prioridades de inversión y son directamente proporcionales al gasto realizado. Por esta razón, su valor inicial es nulo, y va incrementándose a medida que se desarrollan las operaciones. Pueden definirse como los bienes y servicios “comprados” por el programa. A través de ellos se permite evaluar el rendimiento y la eficiencia del gasto realizado.